Realidad Virtual: Explorando Nuevos Mundos#
La evolución es constante en el mundo de las bibliotecas, no solo en sus servicios sino también en la integración de tecnología disrruptiva. ¿Te has preguntado cómo la realidad virtual puede dinamizar estos espacios de conocimiento?
La realidad virtual (VR) no es solo un término de moda, es una ventana a mundos tridimensionales generados por computadoras, donde podemos interactuar con los contenidos como nunca antes. Aunque parezca una novedad, sus raíces se remontan a décadas atrás, con Morton Heilig y su Sensorama en los años 60, una cabina que buscaba estimular múltiples sentidos para crear experiencias envolventes.
Hoy, con dispositivos más accesibles como Oculus Rift S, HTC Vive o PlayStation VR, la realidad virtual se expande a campos como la medicina, psicología, educación y más. Museos, zoológicos y parques de atracciones han adoptado esta tecnología para ofrecer experiencias inmersivas.
🔮 La Realidad Virtual en Bibliotecas#
Las bibliotecas, como guardianes del conocimiento, no se han quedado atrás. El Goethe Institut en Buenos Aires, por ejemplo, ofrece experiencias artísticas y culturales en 3D, atrayendo nuevo público y posicionándose como pioneros en el uso de VR.
Universidades como Georgetown , Western Michigan o California en San Diego, proporcionan acceso a dispositivos VR y espacios para crear contenido en 3D. Incluso la UNAM ha desarrollado aplicaciones para capacitar a bibliotecarios en entornos virtuales.
Sin embargo, ¿es la realidad virtual accesible para todas las bibliotecas? La inversión inicial, alrededor de $600 a $2,000 por equipo, sigue siendo una barrera para la mayoría. Aunque existen opciones más asequibles, como las gafas que dependen de un celular, las que necesitan una computadora o las autónomas, su costo puede oscilar entre los $80 y $1,000 dólares.
🚀 Futuro de la Realidad Virtual en Bibliotecas#
Entonces, ¿cuál es el panorama futuro? La realidad virtual en bibliotecas podría ofrecer experiencias inmersivas de exploración, lectura en entornos virtuales o incluso interacciones personalizadas con bibliotecarios. Aunque, por ahora, servicios como proyecciones de videos o videojuegos son más viables, dada la necesidad de equipos por parte de ambas partes.
¿Qué opinas? ¿Te imaginas explorando mundos literarios a través de la realidad virtual en tu biblioteca local? ¡Comparte tu perspectiva!